"Capítulo" es el nombre de nuestras cápsulas. Cada una, sugiere una experiencia y narrativa única, donde desde el uso de nuestras velas y aromas, se encuentra una nueva historia que contar.
Cada Capítulo evoca un sentido de descubrimiento, y curiosidad, invitando a quienes lo eligen, a explorar las diferentes sensaciones que puede darles un aroma.
Este equipo ama el buen vino. No solo como bebida, sino como experiencia. El vino es una celebración del tiempo, de los procesos pacientes, de los sentidos puestos en alerta y en disfrute. Es un ritual íntimo y compartido, donde el olfato, el gusto, la memoria y la emoción se entrelazan.
Con esa misma mirada nace esta colección de velas y perfumes: una interpretación sensorial del universo del vino. Cada aroma ha sido cuidadosamente diseñado para evocar no solo sus notas –afrutadas, terrosas, especiadas o amaderadas–, sino también la sofisticación, profundidad y calidez que rodean a cada copa.
Queremos que al encender una de estas velas, o al rociar uno de estos perfumes de ambiente, sientas esa misma atmósfera: La charla en voz baja, la luz tenue, la madera del entorno, el perfume de una botella recién descorchada, la promesa de un momento único. Los invitamos a descubrir el Capítulo 1: una colección que nace entre vinos y velas, y que celebra lo sensorial como un lenguaje universal.
Hay un momento del año en que el mundo se repliega. El aire se vuelve frío, las luces bajan, y las casas se encienden por dentro. NIDO es una colección creada para habitar ese instante:
La pausa tibia, la manta en el sillón, el aroma del horno encendido, el vapor del té, la madera crujiente, la piel reconfortada. Inspirada en el espíritu hygge danés, esta línea reúne perfumes dulces, amaderados, envolventes, que no buscan impactar, sino abrazar. Cada aroma es una atmósfera en sí misma, una escena doméstica hecha fragancia.
En esta colección, el color también abraza: tonos suaves, cremosos, empolvados, que transmiten alegría sin estridencia. Colores que reconfortan, que acarician la vista, que hacen del hogar un refugio vivo y emocional.
Son perfumes que no decoran el espacio, lo contienen. Lo vuelven íntimo, suave, sensorial. Un refugio que huele a dulce de leche, a leña seca, a crema caliente, a flores empolvadas .
En un mundo que avanza rápido, NIDO es un recordatorio de que el bienestar no siempre se encuentra afuera. A veces, está en lo más pequeño: un rincón cálido, un perfume suave, una sensación que no necesita explicación.